Aikidoka, encuentra tu camino

Noble arte moderno desarrollado por Morihei Ueshiba en la decada de 1930. Significa “El camino del Ki”. Ya estaba yo prendado de este arte marcial desde hace algunos años. Me parece, elegante, minimalista, sencillo (bueno, que no se me malinterprete, sencillo en el sentido de fácilmente aprehendible, aunque, como todo, requiera de muchísima práctica para alcanzar su dominio). Es un arte no milenario (data del siglo pasado) pero que cuenta con un increíble bagaje de varias escuelas en las que Ueshiba estudió

Es el arte de la armonización y la búsqueda del equilibrio (que yo, como buen Libra, estoy condenado a buscar siempre entre el metal y la madera como me sugirió un aikidoka hace poco). De hecho el Aikido no pretende derrotar al adversario o hacerle daño, sino hacerle ver que su camino se ha desviado y no es el correcto. Por ello el Aikido dispone de una rica variedad de técnicas en las que solamente se demuestra que sin aplicar fuerza alguna podemos neutralizar cualquier ataque del contrario. Dispone por supuesto de otras técnicas un poco más expéditas que consisten en todo un plantel de roturas y luxaciones de diversos tipos pero que solo deberán usarse cuando la situación lo requiera. En cualquier caso es un arte bonito y lleno de elegancia. Ver a un Aikidoka y un Uke (que así es como se les llama a los atacantes) realizar técnicas de Aikido es como ver una coreografía perfectamente ensayada, aunque en realidad el atacante ataque como pueda y el Aikidoka le obligue a “echarse a rodar” para no sufrir una luxación o una rotura.

Como ejemplo de un aikidoka de pro, ahí teneis a Steven Seagal, hace ya 15 años. Es digno de ver. Como observaréis, parece que Steven apenas hace nada, parece que los Ukes bailan a su alrededor y le siguen el juego. Bien, realmente le siguen el juego…¡porque si no acabarían con algo roto! De todas formas si queréis ver un Aikido más “real” o explosivo, aquí tenéis el examen de una Aikidoka que practica una variante llamada “Real Aikido”. Es verdaderamente impresionante.

¿Y todo esto porqué? Pues porque llevo ya varios años queriendo apuntarme, pero mi inherente desidia para todo lo que esté relacionado con el ejercicio físico me ha hecho retenerme. Sin embargo, al fin, voy a inscribirme en septiembre a un grupo de Aikido donde están apuntados dos amigos míos (amigo y amiga). Estuve el fin de semana pasado viendo una exhibición y ese fue el punto determinante para que me decidiera a solicitarme a mi mismo mentalmente dos días de mi saturada agenda virtual. Estoy bastante ilusionado con ello y se que no me va a defraudar. ¡¡Así que a partir de septiembre tened cuidado si os encontráis conmigo por la calle!!