Fiesta de la fotografía

Y este sábado fue la primera convocatoria de la Fiesta de la Fotografía, convocada por EFTI - Distrito de Retiro. Fue un encuentro bastante interesante. Cerca de 2000 fotógrafos haciendo de las suyas dentro del recinto del Retiro, en busca de esa Foto especial que contara algo sobre el parque, su gente, el momento o quizás los sentimientos internos que el evento despertara en el fotógrafo. Fue muy divertido recorrer los caminos del parque buscando algo que fotografiar. Detenerse un momento a observar a los demás, a observarse a uno mismo, y a trastear con la cámara para buscar la imágen perfecta. El único requisito consistía en mostrar en la foto que fuera a participar un sombrero que daban de regalo con motivo de la fiesta. Era difícil colar el sombrero en algunas fotos que hubieran sido interesantes, pero de todas formas estuvo genial. Obviamente entre 2000 fotógrafos no esperaba optar a ninguno de los premios que otorgaban, y efectivamente así fue. Tampoco es que estuviese muy orgulloso de la foto que presenté a concurso, pero si que hubo otras que me gustaron bastante (¡y que quizás debí presentar!). Lo importante es que me lo pasé en grande. Conmigo se vino Naiara, para ejercer de fotógrafa amateur a la vez que de modelo amateur. Y en algunas fotos sale muy divertida. Un buen día entre sol, nubes, artistas callejeros, burbujas, McDonalds y fotógrafos…¡muchos fotógrafos! La única pega fue que, a mi parecer, algunos de los premiados no sacaron fotos que yo considere espectaculares. Quizás fue mi nivel de expectación, pero esperaba que las fotos ganadoras fueran obras de arte (y alguna si que consiguió sorprenderme para bien), pero algunas otras me parecieron un tanto insulsas. Supongo que para gustos, los colores (claro, ¡y yo sacando fotos en blanco y negro!). Aún así el año que viene pienso repetir si tengo la oportunidad. Algo bueno que he sacado de esta fiesta de la fotografía es que me encanta fotografíar escenas con gente, sin que se den cuenta, o al menos sin que estén pendientes de mi cámara. Es una experiencia bastante peculiar (como cuando saque una foto a dos mormones hablando con un vagabundo), pero bastante gratificante, aunque no tengo claro porqué. En la sección momentos congelados he colgado una selección de las fotos que hice aquel día. A ver si retoco alguna de ellas y la cuelgo en Flickr, que lo tengo abandonadito al pobre. ¡Clic, Clac!